viernes, 7 de agosto de 2009

Apodos de las selecciones de futbol de Sudamérica

Tomado de: ARO GERALDES

Cada selección nacional tiene su apodo, y las diez sudamericanas que juegan en la Conmebol no se caracterizan por su ingenio. Los colores de la indumentaria son la referencia dominante. ¿Cómo le dicen a cada una?


Argentina: La Celeste y Blanca o la Albiceleste
Bolivia: La Verde
Brasil: Canarinha (canarita en portugués), a verdeamarelha (la verde-amarilla, en portugués)
Chile: La Roja
Colombia: La Tricolor o la Selección Cafetera
Ecuador: La Tricolor
Paraguay: La Albirroja
Perú: La Blanquirroja o la Franja
Uruguay: La Celeste
Venezuela: La Vinotinto

FÚTBOL AFRICANO: MATERIA POÉTICA


Por Miguel Bayón

Miguel Bayon, Madrid 1947. Ha publicado varias novelas y trabaja como periodista en el diario El País. Viajero tanto por necesidad personal como por motivos profesionales, en África se ha movido por Senegal, Malí, Burkina Fasso, Togo, Benín, Congo, Uganda, Kenya, Tanzania, Sudáfrica, y Mozambique. Su última novela, aparecida en el 2002 es "Mulanga" (Planeta).

Los viajeras no tanto (a no ser que tengan una probada capacidad

para ponerse en jarras y evitar abordajes y otros efectos colaterales),

pero los viajeros por África deberían siempre ver por allí algún

partido de fútbol. No quiero destripar tramas ni desenlaces, pero

puedo dar unas pistas de por qué es importante esa asistencia.

Ante todo, unas consideraciones teñidas de globalización. La Copa

de África, recientemente celebrada en Senegal, fue protagonizada

por vez primera enteramente por jugadores que actúan en Europa.

Y desde hace años no pocas selecciones africanas tienen técnico

europeo. Es decir, el fútbol africano de elite evoluciona, en teoría,

hacia parámetros similares al que vemos por aquí.

Eso, en teoría. Pero en África no valen, ni para viajar ni para

nada, las teorías o las previsiones. El fútbol de los africanos,

incluso el de sus selecciones "europeizadas", no tiene que ver con

el nuestro. Seguro que los técnicos han conseguido introducir en

esos jugadores de elite una preocupación por el sistema (sea lo

que sea eso, Dios bendito) y hasta por la importancia de la defensa.

Pero a la hora de la verdad los jugadores africanos ejercen su derecho

a la amnesia. No en vano es un continente cuyas almas sobreviven

porque logran no atiborrarse de memoria: si se acordaran de todo

lo que les ha pasado, era para morirse, así que hacen muy bien en

sobrellevarlo con ligereza y echándole plena atención al carpe diem.

No cuento el colorido de las gradas, el buen humor y la picaresca

que en general reinan alrededor de un partido africano; aunque a

veces haya trifulcas a la europea, o un régimen como el hutu ruandés

de 1994 pueda organizar un genocidio a base de reclutar y fascistizar

a los ultras futbolísticos y prometerles víctimas propiciatorias

para su hambre de violencia.

El viajero debe hacer la experiencia, repito. Y estar muy abierto a lo que no comprende. Me he encontrado sorprendido de comentarios de lectores (sobre todo de lectoras) de mi novela "Mulanga" ante una escena en la que los jugadores de un equipo mean en corro en el círculo central para marcar el territorio.

Cosas así se ven con alguna normalidad en África. De vez en cuando

cae un rayo que afecta misteriosamente sólo a una mitad del campo

y por tanto a un solo equipo. O, ejemplo de la superprofesional

Copa de Africa, el ex guardameta y ahora técnico de Camerún, Nkono

(que jugó de portero en España), fue golpeado por sus rivales senegaleses

que sospechaban que había hecho magia contra ellos; la Confederació

n Africana le acabó levantando la sanción por "comportamiento escandaloso

y provocativo", es decir por hacer magia. Todo el mundo en África

sabe que la actitud mingitoria, el rayo y lo que hiciese o no Nkono

están a la roden del día y tienen que ver con que las cosas funcionan

con hechizos, desde el sida al poder.

El viajero deberá tener eso en cuenta, y que le sirva para entender y disfrutar.

Si un viajero se asoma al fútbol africano (sea en un estadio o en

un descampado, sea viendo a jugadores más o menos uniformados o a

chavales descalzos) echará de menos el orden y los tiquismiquis

que caracterizan el fútbol de cualquier nivel en Europa. Pero de

inmediato verá que el público aplaude los detalles, es decir la

belleza: se parecen a los aficionados degustadores de lo que hacía

Curro Romero. Y ese gusto por la belleza del público africano (de

estadio o de baldío) va emparejado con la gozosa vivencia de la

fe: todos y cada uno de los espectadores, y probablemente de los

protagonistas del partido, están convencidos de que, nada más arrancar

la jugada, va a culminar en un gol que va a abatir de pura belleza

el universo mundo, que no lo podrá "aguantá".

Ya, ya sé. Me diréis que a los diez minutos público y jugadores

tendrían que haber aprendido al ver el fracaso de tantas maravillas

soñadas. Pero África se sustenta en que las cosas allá no son así,

el aprendizaje no es así, la memoria y los reflejos paulovianos

son de otra manera. La fe puede con todo. Una fe que es una esperanza.

Y una esperanza que es una poesía. Porque ésa es la esencia del

fútbol africano: su carácter poético.

Sociológicamente, puede parecerse a lo que antes (¿sólo antes, de verdad?) eran los toros en España: un chaval soñaba con triunfar en la Monumental o en la Maestranza, y ese sueño era también lo que los cursis llaman ahora "promoción social". Pero igual que el maletilla no buscaba sólo el bienestar

material, sino también la gloria y la belleza, los africanos insisten

en demostrarnos, mientras rueda un balón, que la fantasía, el juego,

nos hacen no sólo sobrevivir, sino sobre todo vivir.


miércoles, 5 de agosto de 2009

Romance intelectual con la pelota

"El goleador es siempre el mejor poeta del año", escribió Pier Paolo Pasolini, en la cumbre del romance entre la literatura y el fútbol. Camus había dicho que el fútbol le enseñó todo lo que sabía y el desprecio de los intelectuales por esa pasión se había superado cuando estalló una nueva polémica: ya no fútbol vs. cultura, o civilización vs. barbarie, sino literatura versus oportunismo editorial y venta. Además, cómo el fútbol devora la cultura general.

Pasión por la Literatura, Jorge Valdano


Jorge Valdano. Santa Fe (Argentina).Ha sido jugador de fútbol en distintos clubes de España y Argentina, con la Selección Nacional Argentina consiguió el Campeonato del Mundo de 1986. Fue jugador del Real Madrid ganador de varios Campeonatos Nacionales de Liga y campeón de la Copa de la UEFA. Ha sido entrenador del Tenerife C. F., del Real Madrid, C.F. y del Valencia C.F. Ha publicado los siguientes libros, Valdano, sueños de fútbol (1994), Cuentos de fútbol (1995), y Los cuadernos de Valdano (1997). Es colaborador habitual de los más prestigiosos diarios de información general y deportiva, así como de varias emisoras de radio y televisión. En la actualidad es Director General Deportivo del Real Madrid. Su último libro, Apuntes del balón (2001).

Por: Luis Gracia, periodista del periodico El Pais (España).

Luis García.- Futbolista de éxito, escritor por afición. ¿Son incompatibles el fútbol y la literatura?

Jorge Valdano.- Leer un libro no sirve para jugar mejor al fútbol ni jugar un partido sirve para hacer mejor literatura. Dos juegos (fútbol y literatura) que tienen diferentes modos de expresión y que resultan compatibles a fuerza de ser distintos.

Pregunta.- ¿A qué cree debida esa relación de amor-odio entre ambas disciplinas?

Jorge Valdano.- Es la desconfianza que siempre ha tenido la mente con respecto al cuerpo. Los intelectuales se desmarcaron del fútbol por considerarlo una expresión popular menor, por deducir que era, como la religión, "el opio del pueblo", por desconfianza hacia la masa y, finalmente, por snobismo. Por su parte, el mundo del fútbol presumía de hombría en el peor sentido, esto es desde la exhibición de la brutalidad.

Pregunta.- ¿Cuándo intuyó el poder de la palabra escrita?.

Jorge Valdano.- Al disfrutar de la lectura y su poder no era otro que el de la seducción.

Pregunta.- ¿Por qué ese tópico de que los futbolistas son personas con poca o nula cultura?.

Jorge Valdano.- Los futbolistas responden siempre lo mismo porque los periodistas le preguntan siempre lo mismo. Por otro lado los tópicos son un buen escondite para escapar de los conflictos

Pregunta.- ¿Cuándo empezó usted a escribir?.

Jorge Valdano.- Empecé a escribir mientras jugaba y con el deseo de ayudar cualquier línea de pensamiento intimo. Disfruto escribiendo, pero nunca me sentí escritor

Pregunta.- ¿Y a jugar al fútbol?.

Jorge Valdano.- Siempre. No me recuerdo sin un balón cerca. Desde los cuatro años jamas tuve ninguna duda de que iba a ser profesional del fútbol.

Pregunta.- Anelka acudía a las concentraciones con su Play Station. ¿Se lo prohibiría usted y le daría un libro?.

Jorge Valdano.- Cuando manejo poder me cuido mucho de usar la palabra prohibir. Anelka tiene derecho a matar su tiempo como le de la gana.

Pregunta.- ¿Y usted, con qué acudía?

Jorge Valdano.- Yo llevaba libros y, en ocasiones, lo hacía a escondidas porque tuve al menos dos entrenadores que pensaban que la lectura era dañina para la concentración.

Pregunta.- ¿Qué autor o autores le relajaban antes de un partido?.

Jorge Valdano.- No hay nada más relajante que una gran novela.

Pregunta.- El fútbol, como los toros por citar otra disciplina condenada durante años al ostracismo intelectual, no se ha prodigado en potenciar la figura del jugador-culto, y sin embargo sí la del jugador-periodista. Esto trae consigo que a menudo tengamos que escuchar y leer auténticas barbaridades lingüísticas. ¿No cree que deberían los Medios ser más selectos a la hora de elegir a sus colaboradores?.

Jorge Valdano.- Creo que el mundo de los toros ha tenido mas calado intelectual. De hecho en el mundo editorial se solía decir que "libro de toro vende y libro de fútbol no vende". En cuanto a la segunda parte de la pregunta, debo decirle que a los Medios les interesa más las caras que las ideas.

Pregunta.- Usted dio forma a un concepto refiriéndose al Real Madrid -miedo escénico- muy recurrido en otros órdenes de la vida. (El miedo escénico de un autor ante su segunda novela, de un político ante su primer mitin...). ¿Le gusta que se utilice dicho concepto?. Porque debería cobrar royalties por ello...

Jorge Valdano.- Yo he popularizado ( o futbolizado) un concepto existente. Siempre que hay un discurso (no importa si verbal o corporal) existe el miedo de expresarlo publicamente. Hay jugadores que se siente paralizados por el miedo escénico y jugadores que lo disfrutan. Estos últimos son los grandes.

Pregunta.- Encarna Jorge Valdano el prototipo de futbolista culto, interesado por la literatura, e incluso es el autor de una antología de relatos con el fútbol como recurso literario. ¿Para cuando un libro de relatos propios, que seguro tendrá en algún cajón?.

Jorge Valdano.- Soy una especie de vaso comunicante entre el fútbol y la cultura y no tengo más aspiración que esa. El libro no existe en el cajón y mientras esté en el Real Madrid no creo que en mi vida quepan muchas mas ficciones que la de disfrutar y padecer el día a día del fútbol.

Pregunta.- Porque el relato suyo “Creo vieja que tu hijo la cagó”, incluida en la Antología de la que hablamos es maravilloso, y la idea del portero recogiendo la gorra desde el interior de la portería con el balón en la mano después de parar un penalti, definen por sí sola toda una manera de ver el fútbol y la vida.

Jorge Valdano.- Veo que usted no tiene ninguna piedad con el pobre protagonista de mi cuento. Creo que ese cuento, como tantos otros, demuestra hasta que punto el fútbol está encarnado en la vida de la gente. Un fenómeno que mueve tantas pasiones da grandes posibilidades de explicar al hombre, incluso desde episodios en apariencia menores

Pregunta.- ¿Que cuesta mas, reunir a tantas plumas en torno a un proyecto literario (Cuentos de fútbol) o entrenar a un mito como es el Real Madrid?

Jorge Valdano.- Aquel proyecto literario resultó satisfactorio desde muchos puntos de vistas. Fue muy fácil seleccionarlos y casi igual de fácil convencerlos.
Entrenar al Real Madrid tiene otra complejidad porque se trata de poner de acuerdo las voluntades de veinticinco personalidades muy marcadas.

Pregunta.- ¿Sabe que le ha salido un fuerte competidor en Pardeza?.

Jorge Valdano.- Pardeza es un intelectual de verdad porque la dedica su vida al pensamiento. Yo mi vida se la dedico al fútbol y no soy más que un buen curioso.

martes, 21 de julio de 2009

Futbolistas que llevan la cultura ecuatoriana

Emblemas del Fútbol Mundial

Un poema al Fútbol


¿Cómo vas a saber lo que es el amor?

Si nunca te hiciste hincha de un club

¿Cómo vas a saber lo que es el dolor?

Si jamás un zaguero te rompió la tibia y el peroné

y estuviste en una barrera y la pelota te pegó justo ahí…

¿Cómo vas a saber lo que es el placer?

Si nunca diste una vuelta olímpica de visitante

¿Cómo vas a saber lo que es el cariño?

Si nunca la acariciaste de chanfle

entrándole con el revés del pie

para dejarla jadeando bajo la red

¡¡Escúchame!!,

¿Cómo vas a saber lo que es la solidaridad?

Si jamás saliste a dar la cara

por un compañero golpeado desde atrás

¿Cómo vas a saber lo que es la poesía?

Si jamás tiraste una gambeta

¿Cómo vas a saber lo que es la humillación?

Si jamás te metieron un caño

¿Cómo vas a saber lo que es la amistad?

Si nunca devolviste una pared

¿Cómo vas a saber lo que es el pánico?

Si nunca te sorprendieron mal parado en un contragolpe

¿Cómo vas a saber lo que es morir un poco?

Si jamás fuiste a buscar la pelota dentro del arco

¡Decime viejo!

¿Cómo vas a saber lo que es la soledad?

Si jamás te paraste bajo los tres palos,

a doce pasos de uno que te quería fusilar

y terminar con tus esperanzas

¿Cómo vas a saber lo que es el barro?

Si nunca te tiraste a los pies de nadie

Para mandar una pelota sobre un lateral

¿Cómo vas a saber lo que es el egoísmo?

Si nunca hiciste una de más

cuando tenias que dársela,

al nueve que estaba solo

¿Cómo vas a saber lo que es el arte?

Si nunca, pero nunca inventaste una rabona

¿Cómo vas a saber lo que es la música?

Si jamás cantaste desde la popular

¿Cómo vas a saber lo que es la injusticia?

Si nunca te saco tarjeta roja, un referí localista

Decime, ¿Cómo vas a saber lo que es el insomnio?

Si jamás te fuiste al descenso

¿Cómo, cómo vas a saber lo que es el odio?

Si nunca hiciste un gol en contra

¿Cómo, pero cómo vas a saber lo que es llorar?

Si llorar, si jamás perdiste una final de un mundial

sobre la hora con un penal dudoso

¿Cómo vas a saber querido amigo?

¿Cómo vas a saber lo que es la vida?

Si nunca, jamás jugaste al fútbol.

miércoles, 1 de julio de 2009

Esclavo de la caricatura




“Rius” nace en Zamora, Michoacán, en 1934.2 De formación básicamente seminarista y autodidacta, empezó a publicar sus primeras caricaturas en 1955 en la revista Ja-Já. Desde entonces, ha colaborado en casi todas las revistas importantes de México, como Proceso, Siempre!, Sucesos o Política; en periódicos tanto derechistas como de izquierda: El Universal, Ovaciones, La Prensa o La Jornada. Ha creado revistas de humor político y blanco: La Gallina, Marca Diablo, El Chahuistle y El Chamuco.
Uno de sus mayores éxitos fue la historieta Los Supermachos, con la cual empezó a acercarse al pueblo, combinando el humor y la política. El éxito fue inusitado, alcanzándose un tiraje semanal de 250 mil ejemplares.3 El editor de la revista, presionado por el gobierno, le quitó los personajes a Rius, quien se vio obligado a fundar un nuevo comic: Los Agachados.
Los Agachados son la clave para entender la gran producción editorial de Rius. En esta revista Rius abordó, de 1968 a 1981, todos los temas imaginables: política, religión, sexo, música, futbol, economía, filosofía, historia, ecología, vegetarianismo y naturismo, física, etc. Con esto, formó una fuente de material importante, el cual recurrentemente utiliza, revisándolo y corrigiéndolo, para hacer sus libros. Se puede afirmar que el 20% del material utilizado en los libros de Rius se publicó previamente en Los Agachados o tuvo su origen basándose en algún ejemplar del mismo.

martes, 30 de junio de 2009

El fútbol, mejor ejercicio que el trote


De acuerdo a un estudio reciente realizado por científicos daneses jugar un partido de fútbol con amigos es más beneficioso para la salud en general, para quemar grasas y para desarrollar la musculatura que una corrida liviana.

Otra de las ventajas que se encontró es que quienes juegan al fútbol se cansan menos que los que sólo corren: ya que al estar haciendo una actividad que les parece más placentera, disfrutan más del ejercicio.

Para medir el esfuerzo de los sujetos que participaron en esta investigación, los médicos les colocaron monitores cardíacos en el pecho y compararon muestras de sangre y de tejido muscular tomadas antes y después de los partidos o el trote.

La investigación se realizó en base a unos 37 hombres de entre 31 y 33 años con estados de salud similares. Para llevar a cabo el estudio los investigadores los dividieron en tres grupos: los jugadores de fútbol, los que trotan y los que no hacen nada.

Tres veces por semana los futbolistas y trotadores que participaron en el estudio hicieron sesiones de una hora. Al cabo de 12 semanas, los futbolistas habían perdido un 3,7% de su masa grasosa y los trotadores un 2%.

La masa muscular de los futbolistas aumentó en casi dos kilos, mientras que no se registró cambio alguno notable en la de los trotadores. Tampoco hubo cambios relevantes en la grasa y la masa muscular de los que no hicieron nada.

Jugadores de fútbol y trotadores tuvieron el mismo ritmo cardíaco, pero los futbolistas realizaron un mejor ejercicio por los momentos de gran intensidad que se producen en un partido.

Se comprobó que hay momentos en los partidos en los que el corazón bombea a un 90% de su capacidad. En los trotadores, jamás se registró ese nivel.

Además, los trotadores aseguraban que sus corridas eran agotadoras, mientras que los futbolistas no se quejaban tanto del esfuerzo.

“Los futbolistas se divertían más, pensaban en anotar goles y en beneficiar al equipo, no pensaban tanto en la fatiga y el dolor muscular”, dijo uno de los miembros del equipo de investigadores.

Mario Benedetti le regaló este poema a Maradona.

Hoy Tu Tiempo Es Real

Hoy tu tiempo es real, nadie lo inventa
Y aunque otros olviden tus festejos
Las noches sin amos quedaron lejos
Y lejos el pesar que desalienta.

Tu edad de otras edades se alimenta
No importa lo que digan los espejos
Tus ojos todavía no están viejos
Y miran, sin mirar, más de la cuenta

Tu esperanza ya sabe su tamaño
Y por eso no habrá quien la destruya
Ya no te sentirás solo ni extraño.

Vida tuya tendrás y muerte tuya
Ha pasado otro año, y otro año
Les has ganado a tus sombras, aleluya.

Ángel Zárraga

El artista mexicano Ángel Zárraga es considerado como el primer gran pintor del fútbol

Se han encontrado ejemplos de que el fútbol no pasó inadvertido para algunos connotados pintores y escultores que lo encontraron estético y lo trasladaron a sus obras. Tal es el caso de Umberto Boccioni, que en 1913 pintó Dinamismo de un Futbolista, con todas las características de los postulados estéticos del futurismo, corriente que buscaba apresar todas las fases del movimiento, signo y símbolo de la modernidad industrial que se estaba viviendo. Por su parte, André Lothe pintó, en el más puro estilo cubista, un juego de rugby, pariente cercano del fútbol, en el año 1917.
Ángel Zárraga, el primer gran pintor del fútbol
Es, sin embargo, el mexicano Ángel Zárraga (1886-1946) el “primer gran pintor del fútbol”, que “ve en el deporte una expresión de la alegría de vivir”, según el encabezado de un periódico parisiense del año 1925, refiere María Luisa Nevelo Quintana en el catálogo de la exposición de Zárraga de 1985, en el Museo Rufino Tamayo. Este artista mexicano vivió, entre 1911 y 1941, en París donde, luego de incursionar con buena mano y fortuna por el simbolismo y el cubismo, encuentra en el deporte, así como en la iglesia y el clasicismo, la salvación de las tres grandes crisis que sufrió.
Ángel Zárraga fue el primero que retrató a mujeres futbolistas
“A los hombres se les capta mejor donde trabajan, donde juegan y donde rezan”, había dicho Ángel Zárraga. En esta etapa deportiva vuelve a sus conocimientos de anatomía; capta con precisión músculos tensos en plena acción; sus cuadros y dibujos reflejan fuerza, dinamismo y sensualidad. Retrata a su primera esposa, Jeannette Ivanoff, en el óleo Las Futbolistas; a Angelina Belfo, quien fuera mujer de Diego Rivera, en Futbolista Rubia; y a su primo, el famoso actor de la película Ben- Hur, Ramón Novarro, con un balón en las manos. Zárraga no sólo es el primer pintor del fútbol sino el primero que retrató a mujeres futbolistas; de ahí que la crítica parisiense haya dicho: “En la rutina de los temas antiguos, cuando la vida moderna nos ofrece visiones de máquinas y deportes en acción, sólo un pintor, Ángel Zárraga, lo ha entendido para interpretar la belleza de los temas deportivos”.
La pintura europea y el fútbol
Entre otros pintores que se han interesado en el futbol como tema pictórico destaca el italiano Massimo Campigli, quien realiza en 1928 una bella y sobria composición de jugadores en plena actividad. En 1922, Robert Delaunay ejecuta un óleo en el que, además de los jugadores, introduce elementos ya antes usados por los cubistas, como son letras y franjas de color que le permiten captar el ambiente, la dinámica y la luminosidad de un juego nocturno.
Con los diversos lenguajes modernos de la plástica, se recreó este popular deporte, según consta en el cuadro expresionista de Mary Krishna, los abstractos de Nicolás de Stael y Erneto Treccani y el neoexpresionista de Renato Guttuso. Existen, además, numerosos dibujos, grabados, serigrafías y pinturas de autores italianos que confirman su afición por el calcio, deporte que enciende pasiones y fervores nacionalistas.
No podemos pasar por alto a Joan Miró, autor del cartel para el Mundial de España en 1982, y a Andy Warhol, que tomó la figura de Pelé y la plasmó en serigrafía.
Mas recientemente, Sigmar Polke, pintor de origen polaco que vive en Alemania y Francesco Clemente, nacido en Nápoles, introdujeron en sus obras elementos del balompié. Ambos artistas forman parte de la más destacada vanguardia que en los últimos años se ha dado en el mundo.
La revista National Geographic de octubre de 1989, reproduce un óleo del juego de pelota en Copán pintado por H. Tom Hall en donde se muestra la grandiosidad de la ceremonia y Peter Spier hizo una serie de ilustraciones para la misma revista de diciembre de 1975 las que nos muestran la vida en Tikal.
La pintura latinoamericana y el fútbol
A excepción de Ángel Zárraga, los pintores latinoamericanos poco se han ocupado del balompié como pretexto plástico. Hay que destacar, no sin asombro, a Francisco Toledo, de quien encontramos un óleo titulado El Futbolista, fechado en 1964; obra extraña dentro de la temática erótico mágica que maneja el artista oaxaqueño, en el que sin embargo mete un animal, elemento infaltable en casi toda su producción.
Del Chileno Claudio Bravo (Valparaíso, 1936) localizamos dos óleos de un hiperrealismo que raya en lo fotográfico. Se trata de escenas en los vestidores, un ángulo poco tratado por los pintores de este deporte, en donde los jugadores se preparan para el juego. El tapatío Ismael Vargas también se interesó vivamente en el fútbol durante su estancia en Ecuador, país en el que existe una encendida afición por este deporte. Ahí realizó dibujos y óleos sobre el tema.
Hay que consignar un cuadro de Enrique Echeverría (1923-1972) pintado en 1962, cuyo título es Futbolistas y que recientemente se integró a la colección del Museo de Arte Moderno. La crítica de arte, Teresa del Conde, en su libro Un Pintor Mexicano y su Tiempo: “Enrique Echevema, considera que esta pintura se encuentra entre las más importantes del arte mexicano contemporáneo”. Y agrega: “Es un cuadro de raigambre cubista en el que los planos se recortan e imbrican entre sí como sucede en otras pinturas de Echeverría hechas por ese tiempo”.
Dos pintores jaliscienses, Alejandro Colunga y Miguel Ángel López, tal vez dos por la fiebre futbolera de sendos mundiales, trataron el tema con sus muy particulares estilos. Colunga hizo un maduro en el que dibuja con sarcasmo a un personaje saturado, enajenado por el futbol, durante el Mundial de 1986 celebrado en nuestro país. Miguel Ángel López, por su parte, pinta un pequeño cuadro en el que sus ya característicos personajes (charros, perros, coches, demonios) se echan un partido volando entre nubes incendiadas. Esta obra la realizó en Francia durante el Mundial de Italia.
Pilar Bordes, grabadora y pintora de Guadalajara, también realizó un óleo y un aguafuerte en los que ambienta con elementos griegos dos juegos de pelota.
En Honduras han dedicado cuadros al futbol, Miguel Ángel Ruiz y Ezequiel Padilla Ayestas, éste con mucho sentido crítico de la instrumentalización política que de este deporte hace el Gobierno.


Tomado de la Revista de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y leído en http://www.laprensa.com.ni

Fútbol y cultura...¿Una contradicción?


Hace hoy una semana, sentados en una terraza a dos pasos del barrio gótico de Barcelona, y cuando apenas habían pasado unas horas del multitudinario recibimiento al Barça tras ganar la Champions, una de las personas más importantes de la cultura española en las últimas décadas me dijo: “Dejé de llevar a mi hijo al fútbol cuando los hinchas cambiaron los aplausos de cortesía con los que recibían al equipo rival por pitos e insultos”.

He dejado pasar unos días, hasta que los telediarios han cesado en su pertinaz repetición de imágenes de goles y aclamaciones antes de colgar el post con esa observación. Un comentario a contracorriente de lo visto en estas semanas. Incluso, volviendo la vista atrás, de lo que hemos percibido en los últimos años, cuando no pocos intelectuales se han dedicado a cantar las excelencias del fútbol, su estética y su papel como cemento social ahora que las religiones y las ideologías separan más que nunca. De todo eso se ha hablado mucho: el Barça es más que un club, el Athletic tiene la mejor afición del mundo, etc. Y no quiero dejar de citar a Guardiola, un entrenador que es capaz de explicarse muy bien y que termina las frases, cosa no tan frecuente entre sus colegas. Incluso lee poesía y participó, siendo jugador, en una campaña de fomento de la lectura a cargo de la Generalitat.

Todo eso está muy bien, siempre que no olvidemos que los estadios son lugares muy poco recomendables para las almas sensibles. Lugares en los que se insulta a los rivales y al árbitro, se hace apología del racismo, los gentilicios se usan como agravios y se refuerzan con adjetivos poco elegantes ('puto vasco', 'español hijo de puta' y otras lindezas que ustedes conocen) y finalmente se aclama como héroes a unos deportistas superprofesionalizados, que cobran verdaderas fortunas por hacer su trabajo (y primas millonarias por ganar, como si el sueldo no fuera suficiente).

Son las luces y las sombras de un espectáculo en el que están en juego enormes sumas, gestionadas por personas que en general no disponen de la preparación suficiente para ello y que en no pocos casos están ahí para sacar tajada. No me extraña que haya quien no desee que sus hijos vayan al campo. Prefieren ver el fútbol por TV. Se nota más su brillo y se hacen menos perceptibles sus miserias.

Por: César Coca

pensar con la cabeza y jugar con los pies


Palbras de Alfredo Di Stéfano
"Pensar con la cabeza y jugar con los pies. Yo no quiero criticar ningún deporte porque me gustan todos, pero algo tiene que tener el fútbol cuando la gente se acerca a él. A veces, despóticamente, dicen: «¡Es que dan patadas a la pelota!». No, patadas no; la acarician, la juegan, la amasan. Desde esa pasión futbolera el aficionado de un equipo dice: «Hemos ganado». No que han ganado los jugadores, sino que «¡hemos ganado!», como si fuera tu cuerpo parte del club. Eso es lo que tiene de grande el fútbol. La prueba evidente es su arrastre mundial. Grandes equipos y público, que está pagando toda su vida para ver el partido".

lunes, 29 de junio de 2009

"Toño" Valencia nuevo refuerzo del Manchester




Antonio Valencia fue fichado por el Manchester United
El Manchester United ha fichado de Antonio Valencia para la próxima temporada. Según anuncian los periódicos “The Mirror” y “The People”, el ecuatoriano será sometido en las próximas horas a los chequeos médicos.


Así, Antonio Valencia se convierte en jugador del Manchester United, conjunto en el que militará en reemplazo del portugués Cristiano Ronaldo, que fue fichado recientemente por el Real Madrid de España. Las cifras que se manejan por el pase de Valencia rondarían los 15,25 millones de libras (24,4 millones de dólares).

Henri Cartier-Brensson





Henri Cartier-Bresson Nacido en Chanteloup (Francia) el año 1908 en una familia de clase media. Siendo todavía un niño ya se siente atraído por la fotografía. Estudia pintura y literatura en Cambridge, pero hasta 1931 no empieza como fotógrafo. Sus primeras experiencias con la fotografía empezaron con una cámara Kodak Box Brownie.

En 1932 adquiere su "maravillosa" Leica: el formato de 35 mm llega a sorprenderle y fascinarle. Henri llegó a cubrir de negro las partes niqueladas de su cámara para pasar inadvertido.

Se encontraba muy atraído por imágenes de fotografía de carácter deportivo, publicadas en aquel entonces por revistas francesas y alemanas de los años 30. Era un padre del fotorreportaje y junto a Robert Capa fue también el cofundador de la agencia Magnum Photos.

Poseía una gran capacidad única para capturar el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma, el contenido y la expresión. Lo llamó el momento decisivo.

Referente a su técnica jamás recortó los negativos, se positivaban completos, sin encuadrar ni cortar nada. Realizó fotografías en prácticamente todo el mundo y fue el primer fotógrafo en exhibir en el museo del Louvre, en París.

Publicó numerosos libros, es de destacar el publicado en los años 50 titulado "Images a la sauvette" que es todo un legado y compendio del significado, técnica y utilidad fotográfica.

En el año 1974, decide dar un cambio a su carrera como fotógrafo para volver a la pintura, su verdadera vocación desde la infancia. En sus últimos años de vida, crea junto a su mujer la Fundación Henri Cartier-Bresson, en la que recopila toda la obra que realizó en vida.

Henri fallece el 4 de agosto del 2004 a los 95 años de edad